Cáncer. Cuidados del paciente oncológico. Dr. Javier Espinosa

Dr. Javier Espinosa. Secretario Científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)

Dr. Javier Espinosa. Secretario Científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)

Javier Espinosa: «El cáncer no es sinónimo de muerte, sino de lucha»

«Debemos hablar de cáncer como se habla de cualquier enfermedad crónica»
«Para normalizar la palabra cáncer habría que llevar información adecuada a los colegios, pues esa educación debe comenzar a muy temprana edad»
«En cáncer, la tasa de curaciones supera ya el 60% (…) más de millón y medio de españoles son largos supervivientes y posiblemente “curados”»

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Cada año se diagnostican en España 200.000 casos de cáncer. Una enfermedad de elevada incidencia y de gran repercusión e impacto social que exige una divulgación que promueva la prevención y el diagnóstico precoz, que facilite información veraz y asumible sobre qué es, cómo actúa y cómo se vence el cáncer. Una divulgación que ayude a romper con estigmas y eufemismos. El cáncer no es una larga y penosa enfermedad: es cáncer.

El Dr. Javier Espinosa, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y Jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital General de Ciudad Real, nos responde a algunas de las cuestiones más frecuentes que se plantean sobre la enfermedad y a cuáles son los consejos que desdeOncosaludable”, el portal online de cuidados al paciente oncológico de la SEOM, se recomiendan a los enfermos para que el cáncer afecte en la menor medida posible a su calidad de vida.

por HBakkali

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¿El cáncer se puede prevenir?

Se puede prevenir. La prevención primaria tiene que ver mucho con la alimentación: una dieta rica en fibra (verduras y frutas frescas), evitando las grasas y las carnes rojas, rica en antioxidantes, etc. Haciendo ejercicio regular, evitando el sol en verano a las horas de máxima insolación y con el uso de cremas y ropa adecuada, evitando el tabaco y el alcohol, limitando el café, etc.

Hay tumores que se pueden evitar mediante cirugía profiláctica: tumores en familias con cáncer de mama y ovario hereditarios, y ciertos síndromes conocidos. Algunos fármacos como el raloxifeno podría evitar ciertos tumores hereditarios en portadoras de cáncer de mama y ovario hereditario.

Diagnóstico precoz del cáncer, ¿qué supone en la batalla contra la enfermedad?

Es vital, pues cuanto antes se detecte una enfermedad oncológica, mayor probabilidad de curación o larga supervivencia.

¿Considera que es suficiente la información y la formación que tenemos los ciudadanos para prevenir y fomentar el diagnóstico precoz del cáncer?

En absoluto, la información es muy precaria.

La educación en materia oncológica, ¿sobre qué directrices debe diseñarse?

Sobre todo hay que insistir en que el cáncer no es sinónimo de muerte, que debemos hablar de cáncer como se habla de cualquier enfermedad crónica, informar sobre posibles signos de alarma como puedan ser: pérdida de peso no voluntaria, dolor no justificado y que aumenta con el tiempo, ronquera persistente, sangrado de cualquier tipo por cualquier vía -excepto el de la menstruación normal-, pérdida de apetito sin causa aparente, cualquier bulto o nódulo -en el pecho, en el cuello, en una axila, en un miembro, en un testículo-, cefaleas persistentes si antes no las hubo, un lunar que cambia de color, tamaño, forma o pique o sangre, etc. Y acudir cuanto antes al especialista cuando se detectan anomalías como estas.

También es importante que las mujeres acudan a su revisión de detección precoz de cáncer de mama y se realicen la citología vaginal. En cuanto a los varones, es conveniente una valoración por el urólogo por encima de los 50 años. El valor del PSA está en discusión, y puede estar indicado si existen síntomas al orinar, o hay casos en la familia de cáncer de próstata.

Desmitificar el término cáncer, ¿cuáles son las principales razones por las que se debe insistir en ello?

Sobre todo, porque en cáncer la tasa de curaciones supera ya el 60%, porque existe más de millón y medio de españoles largos supervivientes y posiblemente “curados”, porque existen hoy día nuevos fármacos y combinaciones más eficaces y con menores efectos secundarios, y porque el cáncer no es sinónimo de muerte, sino de lucha y no es el fin de la vida, es el principio de una nueva vida.

En España, ¿cuáles serían actualmente los tumores de menor incidencia, cuáles los de mayor?

Los de mayor incidencia serían los de próstata, colon y recto, pulmón y mama. Entre los de menor incidencia, estarían los sarcomas, el cáncer de riñón y el carcinoma de cavum.

¿Cuáles presentan el mejor pronóstico y cuáles el peor?

El que mejor pronóstico presenta es el de mama (sobre todo diagnosticado precozmente), también los linfomas, leucemias infantiles, tumores germinales, laringe. Los de peor pronóstico serían el pulmón, páncreas y vías biliares, los cerebrales.

El paciente oncológico, ¿qué cuidados debe seguir para que el cáncer afecte en la menor medida posible a su calidad de vida?

Los principales cuidados tienen que ver con la calidad de vida. Aspectos relacionados con la misma son: alimentación, tiempo libre y ocio, ausencia de dolor, dormir correctamente, etc. En cuanto a la alimentación, los cuidados de la boca son importantes. Se aconseja una correcta higiene dental y el uso de un colutorio suave. La alimentación debe ser equilibrada, con abundancia de fruta y fibra con el fin de evitar el estreñimiento, que es un problema que afecta a muchos pacientes oncológicos. En relación al tiempo libre y ocio, es vital organizarse para mantener un ritmo de vida lo más normal posible dentro de las posibilidades de cada paciente. No se trata de forzar, sino de mantener la mente activa y distraída. En muchos pacientes el deporte moderado es muy adecuado.

En relación al dolor, hay que combatirlo por todos los medios posibles, incluso con opiáceos si es preciso. El paciente debe consultar cualquier tipo de dolor a su médico.

Asimismo, el estreñimiento, insomnio, falta de apetito, la falta de aire (disnea) y dolor, son los síntomas que afectan en mayor medida la calidad de vida del paciente. Para el estreñimiento, aparte de una correcta alimentación rica en fibra y frutas, puede estar indicado el uso de laxantes e incluso enemas. Mientras que el insomnio, puede combatirse con métodos naturales (vaso de leche al acostarse, tila, ver programas televisivos tranquilos), pero requiere muchas veces de tratamiento con ansiolíticos o inductores del sueño. Algunas técnicas de relajación que pueden ser adecuadas son el método Silva, Yoga, Reiki, acupuntura, etc.

Para la falta de apetito existe medicación (acetato de megestrol) y empleo de batidos proteicos y con alto valor nutritivo. Preparar las comidas con productos frescos y a una temperatura intermedia, evitar ácido o temperaturas extremas si existe inflamación en las mucosas de la boca o la garganta, etc., atender a los caprichos del paciente, hacer un aperitivo salado cuando se está con quimioterapia, etc., pueden ayudar.

En cuanto a la disnea, es un síntoma que debe ser valorado siempre por el médico responsable del paciente. Ayudan mantener ventilada y fresca la habitación, a veces, abrir una ventana, usar un abanico, en otras ocasiones, es necesario el oxígeno medicinal.

¿Cómo puede afectar el cáncer a la alimentación del enfermo? ¿Y los tratamientos?

El cáncer puede provocar obstrucción al paso de los alimentos o dificultad en la musculatura deglutora (por ejemplo, en tumores de cabeza y cuello, de esófago, de estómago, etc.). El estreñimiento que provocan los tumores del tracto digestivo bajo pueden dificultar la alimentación por sensación de plenitud.

Los cánceres, además, se asocian muchas veces a anorexia, es decir, a la pérdida del apetito, que muchas ocasiones lleva asociada la caquexia tumoral, pérdida de masa muscular y desnutrición proteico-calórica por sustancias que libera el cáncer.

Los tratamientos pueden provocar estreñimiento y sensación de plenitud, mucositis (inflamación de las mucosas) con la consiguiente dificultad deglutoria, anorexia, vómitos, etc. Por ello, combatir todos estos síntomas adecuadamente es fundamental para sobrellevar la enfermedad y los tratamientos.

¿Qué principales molestias pueden dificultar la alimentación del paciente?

Sobre todo la disfagia (dificultad para deglutir) por obstrucción de la luz del tubo digestivo (cáncer de esófago, por ejemplo), compresión extrínseca (como, por ejemplo,en el cáncer de pulmón), la mucositis o inflamación de las mucosas por el tratamiento, y los cambios en los sabores y olores típico de la quimioterapia.

¿Cómo se pueden paliar estas molestias?

Interesa realizar varias comidas poco copiosas, por ejemplo 5-6: desayuno, mitad mañana, comida, merienda, cena y al acostarse. Pequeñas cantidades, temperatura intermedia, sin ácidos ni excitantes, evitar el alcohol, salvo que le ayude y anime a comer, ingerir abundantes frutas y verduras frescas (las ensaladas suelen entrar muy bien), y si es carne (que suele apetecer muy poco), que sea como albóndigas o filetes rusos. El pescado y el pollo son fuentes adecuadas de proteínas. Los batidos hiperproteicos ayudan a evitar la desnutrición. El acetato de megestrol y los corticoides aumentan el apetito, pero no conviene abusar de ellos.

¿Son reversibles estos síntomas?

En general sí, una vez que ha respondido la enfermedad (por la cirugía, la radioterapia, la quimiorerapia, la hormonoterapia o las nuevas terapias dirigidas), se reducen los síntomas de disfagia (dificultad para tragar) y la anorexia (pérdida de apetito) y las complicaciones derivadas de los tratamientos oncológicos (náuseas y vómitos, mucositis, anorexia, estreñimiento, alteración en los sabores y olores, etc.).

Actualmente en España, ¿cuál es la prevalencia de malnutrición en pacientes con cáncer?

Es muy variable, depende de la enfermedad y el estadio (lo avanzado) de la enfermedad, Producen malnutrición sobre todo los tumores de cabeza y cuello, digestivos (páncreas y estómago sobre todo) y el cáncer de pulmón. Es muy raro en el cáncer de mama, por ejemplo, e incluso en el de colon, al menos en estadios iniciales. En los estadios avanzados es más fácil que se produzca la malnutrición por todos los condicionantes antes mencionados. En estadios avanzados puede alcanzar a más del 50% de los enfermos.

Ejercicio, ¿en qué medida resulta indicado para los enfermos oncológicos?

Es muy conveniente, pero sin forzar. Interesa un ejercicio regular y evitar los deportes de contacto. Son muy adecuados: la natación, el jogging y la bicicleta. Hay que evitar las pesas, los deportes de contacto y de riesgo.

Obesidad y cáncer, ¿qué relación existe?

Están muy relacionados. Existen factores de riesgo comunes a ambos (nutrición inadecuada, como exceso de grasas o carnes en la dieta y falta de fibra), y la propia obesidad es un factor de riesgo para ciertos tumores, como el cáncer de mama.

¿Cómo influye el estrés al cáncer?

No está totalmente aclarado su papel. Es posible que el estrés disminuya un tipo de defensa natural que lucha contra las células tumorales (con alteraciones genéticas) que se producen a diario en nuestro cuerpo. Durante una enfermedad oncológica, sobre todo en tratamiento, debe evitarse el estrés.

La actividad sexual del paciente oncológico, ¿cómo puede verse afectada? ¿qué problemas son los más habituales?

Es muy frecuente esta afectación. La sexualidad forma parte de nuestra vida y, por tanto, se ve afectada como todo lo demás. En el varón, tanto por la enfermedad (más si está avanzada) como por los tratamientos oncológicos), lo más frecuente es descenso en la libido e impotencia. En las mujeres, falta de deseo sexual.

Después del cáncer, ¿se debe seguir algún tipo de cuidado especial?

Los cuidados habituales en cuanto a hábitos de vida saludables: alimentación adecuada y equilibrada, evitar el alcohol y el tabaco, evitar el estrés, evitar el exceso de sol, realizar ejercicio regular, incorporación lo antes posible al ritmo de vida normal, incluso trabajar, son algunos ejemplos.

Normalizar la palabra cáncer, ¿qué acciones se deben llevar a cabo para conseguirlo?

Para normalizar la palabra cáncer habría que llevar información adecuada a los colegios, pues esa educación debe comenzar a muy temprana edad. La televisión es el medio que mejor llega al público, así que realizar programas con expertos en Oncología y expertos en Ciencias de la Información, permitiría proporcionar información veraz y tranquilizadora. La respuesta a preguntas es otro método eficaz.

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